domingo, 19 de septiembre de 2010

La construcción de un castillo


En un principio, el muro que protegerá nuestro castillo no requiere de gran fortaleza ya que nadie querrá conquistar ni atacar un castillo no construido, pero con el paso del tiempo hay que...¡digo más! debemos fortalecerlo y agrandarlo para los ataques que tarde o temprano llegarán.

Tras tener más o menos las ideas claras de cómo va a ser la estructura de la ciudadela y la muralla, debe construirse poco a poco, adaptándose a los tiempos, cambiando estructuras, modernizando (ya sea el exterior como el interior).

Para la construcción del fortín son necesarias grandes cantidades de materia y sobretodo ayuda, ya que uno solo no puede llevarlo a cabo. El arrastre de cada piedra conlleva un gran esfuerzo  y una gran cooperación entre los ayudantes y el interesado. La colocación de estas, requiere de grandes conocimientos arquitectónicos pues  no sólo es colorcar una piedra y punto, no, no, no hay que pensar en la posición y si el material  resistirá los ataques futuros...en fin, una multitud de opciones que no me voy a molestar en contar.

Una vez terminado, voy a dar un consejo para las visitas a vuestra morada, estos visitantes pueden ser de muchas maneras, sólo nombraré aquellas de las que yo tengo conocimiento. Comenzaré con los viajeros humildes que llegan amablemente para compartir aventuras, otros con algo más de malicia pero al fin y al cabo gente pasajera, luego claro está, aparecen peregrinos que marcan tu castillo con algo más que mísera presencia, estos llenan tu hogar de aroma y bellas palabras que quedarán guardadas en el silencio del castillo, rememorándolos, siempre deseando que vuelvan... y para concluir, mucho cuidado con aquellos viajeros que te fascinan con una falsa apariencia para más tarde destruir parte de la construcción.

A resumidas cuentas, al reino llegará multitud de gente, eso sí, debemos saber a quién recibir de buen grado y a quien hay que cerrarles la puerta en las narices...

El caso es, que este castillo que observo desde mi ventana fue creciendo y adaptándose, recibiendo a gente como echándola...Una vez, la muralla creció tanto que la luz tardó siglos en iluminar los bellos jardines del reino, marchitándose así todo aquello que un día fue libre y bello. Tras un largo tiempo, un viajero paseó por los lindes de este, hasta que encontró una pequeña abertura que le permitió pasar la muralla y penetrar a lo más profundo de la alcazaba.

Aquel personaje, comenzó a hacer huecos en la muralla dejando entrar la luz, ayudó a florecer dicho jardín que antaño murió en la miseria...mientras que, aquellos ojos tristes lo contemplaban desde lo  más alto de la torre. Una noche, aquel ser que se ocultó durante años, tuvo el valor de bajar a conocer al forastero...y con la caída de las hojas, la esperanza volvió al reino.

El agua volvió a fluir, la luz de la mañana volvió a despertar y el fuego retomó su calor, pero como  bien dice la palabra, era un visitante, así que una noche se marchó... cuando dicho viajero partió, volvió la tristeza, después odio y por último, todos esos sentimientos fueron enterrados.

Pero ahora bien, este personaje fue diferente de todos aquellos que un día llegaron y otro día se marcharon, este, consiguió una llave, la llave del castillo y gracias a ello, muchas noches en las que la luna se refleja en los lagos, el viajero regresa, entra en silencio a la morada y  recorre las rosaledas. Entonces, aquella dama de ojos tristes vuelve a observarlo...en ocasiones le guarda rencor y en otras, su débil corazón hace que sus pies sigan a aquel hombre que le hace brillar, arder y amar...

Porque es el único que tiene la llave de su corazón...


http://www.youtube.com/watch?v=xgao6FxtMLI

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