martes, 5 de octubre de 2010

Seco Corazón...


Aquel árbol al que no le importó que las lágrimas fuesen derramadas sobre él, aquel que siempre ofreció su sombra a cambio de nada.

Porque prefirió guardar todo aquel rencor que la gente grabó sobre su piel.

Aquellos seres nunca pensaron en aquel corazón.

Y la paciencia tiene un límite...

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